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Plantas exóticas en el jardín japonés

El uso de plantas exóticas en el jardín japonés ha ganado popularidad en los últimos años, ya que añaden una dimensión única y fascinante a estos espacios tradicionales. Aunque los jardines japoneses suelen estar llenos de especies autóctonas como los cerezos, los pinos y los bambúes, la introducción de plantas exóticas aporta una sensación de misterio y exotismo.

Una de las plantas exóticas más populares en los jardines japoneses es el lirio de agua (Nymphaea), que agrega un toque de elegancia con sus flores flotantes. Otro ejemplar común es el loto (Nelumbo nucifera), símbolo de pureza y espiritualidad en la cultura japonesa.

Las azaleas (Rhododendron) también se han convertido en una opción frecuente, con sus llamativas flores de colores intensos que contrastan bellamente con el follaje verde. Otra planta exótica que se encuentra a menudo en los jardines japoneses es el bambú negro (Phyllostachys nigra), con sus cañas de un tono oscuro que añaden un elemento visual único.

La inclusión de árboles de hoja perenne como el arce japonés (Acer palmatum) o el ginkgo biloba aporta un contraste interesante con las especies típicas de los jardines japoneses y añade una sensación de movimiento y cambio estacional. Estas plantas exóticas no solo embellecen el jardín, sino que también invitan a la contemplación y la tranquilidad.

En definitiva, la introducción de plantas exóticas en un jardín japonés puede ser una manera efectiva de crear un ambiente único y cautivador, fusionando lo tradicional con lo sorprendente.